DreadOut

DreadOut se aleja de aquellos survival horror que simplemente se limitan a dar un par de sustos durante el transcurso de la partida. El miedo y la tensión se palpan en todas las fases, siendo difícil evitar pegar un buen grito en determinados momentos especialmente si te encuentras jugando en una habitación oscura y con el volumen a tope.

Linda no podía imaginarse que su vida de estudiante sufriría un cambio radical tras hallar junto a otros compañeros de instituto una especie de urbe un tanto tétrica que esconde multitud de secretos y, por supuesto, escenas terroríficas que te harán saber lo que es pasar miedo de verdad. Y es que los fantasmas son muy numerosos en los escenarios, apareciendo de repente sin darte tiempo a reaccionar.

Cada enigma planteado en DreadOut exige una buena capacidad deductiva para hallar la respuesta y avanzar hasta el siguiente que será más complicado y que podrá resolverse utilizando tanto la cámara fotográfica con la que cuentas como el teléfono móvil que tienes a tu disposición. La sensación angustiosa es permanente y no la dejarás atrás hasta que logres completar el juego, aunque tras conseguirlo ya no volverás a ver con los mismos ojos los paseos estudiantiles.